Estimades Oliveres, libro de autor




Hay algo intangible que a veces llega hasta nuestras manos, a menudo sin desearlo; algo que pareciera que perdiese su valor con el cambio de época.

Hablo de la herencia de la tierra, de los cultivos, de ese campo lleno de árboles frutales, o de las vastas extensiones sembradas de cereales; eso que nuestros abuelos legaron a nuestros padres, y éstos, a su vez, nos transmitieron como patrimonio del que obtener riqueza, pero también como un bien preciado que debiera ser custodiado con el respeto que merece.

Me apena escuchar a los mayores con el triste discurso sobre los nuevos tiempos, la pérdida de valores, la falta de creencias. Ellos mejor que nadie saben que nunca la vida fue tan dura como antaño, cuando ni la maquinaria ni la tecnología les protegía de las inclemencias climáticas o del acecho de las plagas. Cultivaron semillas y plantaron árboles, dedicando mucho esfuerzo, para que hoy nuestros ojos puedan observar esa grandeza.

Inspirado por la esencia, antigua y grande, de los viejos olivos mediterráneos amados por generaciones, nace Estimades Oliveres, un libro de autor que quiere ser un homenaje a los hombres y mujeres que han entregado su vida y sus ilusiones a mantenerlos vivos y hermosos.

Estimades Oliveres es nuestro tributo sencillo, tierno y amoroso hacia nuestros antepasados, artesanos de la vida que dejaron su pálpito infinito más allá de nuestra huella, y que pervivirá incluso después de nuestra marcha.

Ficha técnica:

Estimades Oliveres

10 fotografías marrón van Dycke sobre papel acuarela Fabriano 160 gr, originales de José María Balagué.

Encuadernación en tapa dura con cubiertas de tela y estuche de protección a medida. Cosido manual con nervios de cinta, con protecciones intercaladas de páginas de papel libre de ácidos. Realizado artesanalmente por Blanca Muñoz.

Tamaño: 30 x 30 cm

Tirada: 2 ejemplares.

 


 








 





Nos gusta dar forma a lo que amas

El reto consistía en crear un objeto bello que hiciera de contenedor para dos breves y evocadores textos poéticos. Su autora deseaba darles soporte y acompañamiento. El “cómo hacerlo”, lo dejaba en nuestras manos.

Ella había expresado con gran delicadeza en los versos algunas sensaciones y momentos de su niñez: noches cálidas en las que observaba el infinito firmamento desde la pérgola de su casa, abierta casi al bosque. O el momento mágico en que pequeños y mayores colaboraban en la selección de frutos de la tierra mientras contaban cuentos en familia.

Pensamos en la construcción de un objeto minimalista y sutil: tendría la forma de un libro-acordeón (un leporello). Las palabras de los poemas nos trajeron a la mente la penumbra azulada de una noche estival, y nos decidimos a ilustrar los textos con dos escenas sencillas pintadas con acuarela. Se maquetaron e imprimieron los textos, escogiendo cuidadosamente las tipografías. Se pensó en la dimensión total del papel para intercalar las acuarelas correspondientes a cada texto, teniendo el cuenta la geometría que debía guardar un plegado correcto. Por último, las tapas se confeccionaron con alma de cartón forrada de tela azul marino.

Con el fin de mantener preservado el libro de autor, se diseñó y elaboró un estuche a medida con material neutro: papel de calidad conservación, 150 gramos. 

Así dimos forma a los textos de María.